domingo, junio 11, 2006

BI Operacional ¿Más de lo mismo, evolución tecnológica o Innovación?

A estas alturas no vamos a discutir la necesidad de consultar en tiempo real o lo más próximo posible la información, especialmente en algunos colectivos y en algunos sectores empresariales.. Otra cosa más discutible, o por lo menos para mi, es la necesidad de analizar la información, ver tendencias del mercado, evoluciones, previsiones y otras capacidades, para las cuales y por lo menos a simple vista no parece totalmente necesario e incluso viable un BI Operacional.

Si nos remontamos hacia los años 80, ya intentamos, lamentablemente sin las maravillosas herramientas que tenemos hoy, atacar en vivo a las cientos de bases de datos operacionales. Los resultados no fueron exactamente los esperados, no podíamos hacer ciertas consultas pesadas, no podíamos analizar evoluciones (de forma inmediata), no teníamos capacidades de navegación, no teníamos los conceptos de dimensiones, jerarquías, etc… y encima poníamos en peligro el propio negocio, pues nos “comíamos” las capacidades de las CPUs y paralizábamos los sistemas.

En este sentido, el concepto que parece estar de moda, como casi siempre en informática, es más de lo mismo. Por cierto, casi lo olvido, para solucionar los problemas que ocasionábamos a los transaccionales, entonces creamos entornos paralelos, solucionamos un problema, pero continuábamos sin poder analizar a nuestro gusto la información. Simplemente los sistemas transaccionales no están pensados ni diseñados para soportar el análisis de la información, no es su cometido y sigue sin serlo.

Por otra parte, que nadie se llame a engaños, me cuesta ver consultas en “directo” en riguroso On line contra los sistemas operacionales de forma simultánea, y más en algunos sectores cuando manejan muchos terabyte de información (telcos, banca, etc).

Tal y como dice un spot publicitario de Donnuts “a la segunda lo hemos conseguido”, Tal vez la diferencia radica en que ahora tenemos una capacidad de proceso desconocida hace 10 años, evolución tecnológica.

Otra pregunta interesante sería ¿Qué hay de realidad detrás del BI Operacional?. Tras leer diversos artículos y ofertas de compañías uno se queda un poco a medias. Supongamos unos posibles escenarios:

Si imaginamos que estamos accediendo realmente y directamente a un sistema transaccional, lo más seguro (y no lo afirmo al 100% por prudencia) es que jamás podamos sacar ni por casualidad la potencia que podríamos obtener de un DW. Los tiempos de repuesta serían muy precarios y en función del número de sistemas fuentes de información, llegaríamos a paralizarnos, por lo tanto… para que tanto “en tiempo real”. Además de poner en peligro el rendimiento de los transaccionales, es decir, casi todo lo expuesto anteriormente.
Si montamos un entorno paralelo 100%, tendríamos lo mismo problemas anteriores. Exclusivamente evitamos, teóricamente, perjudicar los transaccionales, pues las consultas no les atacan directamente a ellos. Digo teóricamente, pues para simular un entrono paralelo con refresco en tiempo real tendremos que articular unos procedimientos, eventos y otros artilugios que consumen recursos. Afortunadamente ahora tenemos herramientas en este sentido que son la bomba, pero todo tiene un coste, además del consumo de la red y otras mil cosas que podemos imaginar.

Si realmente queremos analizar tendremos que pasar por un DW. Conceptualmente y solamente tenemos que leer un poco, no tiene sentido para el análisis en tiempo real (en la mayoría de los casos). Aunque si tratamos de innovar, pues todo vale. Entonces nos encontraríamos con los problemas de replicación del tiempo real. Dentro de los supuestos anteriores desde luego en general y sin analizar las necesidades reales de un cliente con nombre y apellidos, me quedo con este supuesto.

Otra cosa muy distinta es que pretendamos aprovechar la maravillosa potencia y capacidades de las herramientas denominadas de BI (Business Objects, Microstrategy, Cognos, SAS, etc), para hacer informes y consultas sencillas contra los operacionales. Digo sencillas, pues cualquiera de las herramientas anteriores u otras pueden hacer mucho, pero que mucho más, sus capacidades y potencias en ocasiones vienen delimitadas por lo modelos a los cuales “atacan”.

En este caso, el problema radicaría en utilizar el castigado término de Business Intelligence. Cuando realmente estamos haciendo exclusivamente un reporting, mas amigable, mas sencillo, mas cómodo y más lo que queramos, pero poco más.

Lamentablemente el palabro BI debido a su amplitud sirve para casi todo, llegando a escuchar cosas tan asombrosas como que una hoja Excel es una herramienta de BI, ya puestos a decir, permítanme la expresión “tonterías”, todo es BI, pues un simple listado realizado en COBOL también puede servir para tomar una decisión.

Por todo lo anterior, cada uno que saque sus conclusiones y por favor, compartirlas así aprendemos todos. Personalmente creo en el BI Operacional como una solución muy concreta y delimitada, al igual que ocurre con los Data Mart vs. Data Warehouse. Por el momento no veo el BI Operacional como una única solución informacional para la consulta y toma de decisiones para una empresa mediana, grande y mucho menos una corporación.



José María Arce
jmarce@movistar.net
www.josemariaarce.es

jueves, abril 20, 2006

MENSAJE EN UNA BOTELLA

No crean que vamos a hablar de bebidas, ni tampoco de cine (pues existe una maravillosa película con dicho titulo), simplemente es casi un reclamo de atención dirigido a ustedes, y que al final de mi reflexión dejo a su audaz interpretación.

Hoy querría compartir con todos una reflexión, casi en voz alta, estando seguro de que lamentablemente muchos se podrán ver reflejados, pero nada más lejos de mi intención el incomodar a alguien, como les digo se trata de una reflexión tras 10 años involucrado exclusivamente en proyectos de Business Intelligence.

Hace unos pocos años, éramos pocos los que predicábamos hablando sobre la necesidad de integrar la información, la dificultad en encontrar el dato apropiado, la falta de estrategia (más allá de la meramente financiera), de los inconvenientes de las islas de información en las organizaciones, de la multitud de datos existentes y ocultos en los equipos personales de nuestros empleados, de la perdida de tiempo en la búsqueda de la información y del poco tiempo para analizarla, etc.

Aparecía en España, el termino “Data Warehouse”. Era una cosa maravillosa, casi algo mágico, pues era meter datos y sacar información, algunos incluso decían sabiduría. Algunos comerciales muy “espabilados” vendían que era un sistema para preguntar todo, de todo y por todo. Es decir, gran expectación igual a mayor fracaso.

En aquellos años era muy sencillo “vender” este tipo de soluciones, pues eran y son realmente espectaculares. Pero muy pocas compañías ofrecían este tipo de servicios y menos aun tenían recursos medianamente preparados, por cierto, que en este punto tampoco hemos mejorado mucho, tenemos conocimientos asociados a producto y falta mucho conocimiento alineado con el negocio.

Entre los cientos de argumentos que se empleaban, uno de ellos era la integración en un único repositorio, almacén central y/o Data Warehouse. Después llegaban las guerras de cómo implementar este tipo de sistemas, las famosas visiones monolíticas en contrapartida con los sistemas departamentales. Cada uno defendía, a capa y espada, que su alternativa era la más adecuada, eso sin entrar en temas de siglas como; OLAP, MOLAP, ROLAP, HOLAP, DOLAP, etc.. o en temas de tipos de modelos de datos (modelos en estrella y modelos copo de nieve). En fin, una bonita confusión provocada y casi promovida por nosotros mismos, los consultores, eso sí también con estimable ayuda de algunos fabricantes de software.

Hoy en día, aunque parezca mentira, el escenario ha cambiado muy poco. Los mismos argumentos que se daban de integración están aun más vigentes, para solucionar los mismos problemas o enmascarados en otros, a través de nuevas siglas. Nos hablan, y se les llena la boca, de la calidad de datos, pues bien eso ya se decía a mediados de los 90 y además con una frase que posiblemente a dado la vuelta al mundo unas cuantas veces, “Sí metes basura, sacaras basura”.

Antes disponíamos de un sin fin de aplicaciones operacionales con sus correspondientes almacenamientos.

Pues hoy también disponemos de una gran variedad de almacenamientos, de supuestos Data Mart e incluso Data Warehouse. Hemos pasado de la pesadilla en la búsqueda de la información en los almacenamientos operacionales (figura 1),


Figura 1: La pesadilla en búsqueda del dato.

al caos bajo supuestos almacenamientos de negocio con estructuras multidimensionales, tanto implementadas sobre almacenamientos relacionales como a través de bases de datos multidimensionales propietarias.


Como podrán observar he dicho intencionadamente la palabra “supuestamente”, pues en estos últimos he tenido la oportunidad de estudiar diversas soluciones in situ en mis clientes, detectando la precariedad de los modelos de datos, el parcheado físico de los mismos, la falta de conocimiento real en su diseño, el incorrecto uso de las claves y de sus tipos, la escasa lógica en la creación de agregaciones de información, etc…

Todo ello termina por provocar el plantearse nuevas necesidades y soluciones. Llegando a este punto, algunos clientes culpan a sus herramientas de explotación de sus males, otros piensan que la solución es poner nuevas estructuras de información, lo cual añade mayor complejidad al sistema y unos mayores costes en mantenimiento, licencias, consultoría, etc…

Son muy pocos los que se cuestionan si su Data Warehouse esta correctamente diseñado, y menos aún los que recurren a nosotros para realizar un análisis en profundidad de su almacenamiento. Sabiendo de antemano que la siguiente afirmación no es políticamente correcta e incluso poco respaldada, me atrevería a decir que en un porcentaje elevadísimo, sus supuestos Data Warehouse son básicamente un “bonito” saco de información más o menos estructurada. Esta afirmación es fruto de mis experiencias personales y acreditadas a través de diversas sesiones que he realizado, de forma gratuita, con varios de mis clientes, y ellos bien lo saben.

Simplemente y para terminar mi reflexión, les invito a analizar y contrastar la adecuación de su Data Warehouse o Data Mart a sus necesidades, resaltando que es fundamental tener unos buenos cimientos antes de seguir construyendo la casa de nuestros sueños. Una casa llena de “Customer Intelligence”, preciosos cuadros de mando, excepcionales Balanced Scorecard, BPM y demás soluciones, las cuales fomento, desarrollo, creo y defiendo, pero también creo que el planteamiento actual, o mejor dicho, el como llevarlas a la practica, de forma independiente las unas de las otras y sin una fuente única e integrada de la información es un error de libro, llegando a ocasionar el efecto contrario, por la disparidad de la información obtenida, ocasionando que el exceso de análisis conduzca a la parálisis.

Aquí les dejo mi reflexión, en forma metáfora, les dejo la botella para que cada uno la vea como quiera. Algunos dirán medio llena y otros medio vacía.

Simplemente asegúrense de que por lo menos tienen una botella, es decir, un correcto Data Warehouse.

José María Arce
jmarce@movistar.net

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